Cristiano Ronaldo ha pasado de ser un delantero aclamado, apetecido y vital para cualquier equipo, a uno despreciado y desvalorado por su mal carácter, y tendencia a viciar y partir vestidores; el desprecio del PSG hacia Neymar, y los desaires de Arturo Vidal y Edinson Cavani con Boca Juniors

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Si tuviera la oportunidad de dialogar con Cristiano Ronaldo una vez más, pues ya lo hice antes de su arribo al Madrid —cuando estalló lo de su traspaso y andaba trasnochando con Paris Hilton— honestamente le diría que cuando estás totalmente en paz con vos mismo, nada puede hacerte tambalear.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque ni una crítica, un desprecio y o un insulto te puede o te debe bajar. Conserva la serenidad porque en ella está la buena vida, y lo que te ha llevado a ser unos de los más grandes a lo largo de la historia dentro del fútbol Mundial.

Y es que tras los desaires de equipos como el mismo Real Madrid—que no le extendió contrato y no lo buscó este verano para despedirlo como lo merece—, el PSG, el Atlético de Madrid (aún sostiene pláticas con ellos), el FC Barcelona y el Chelsea entre otros, no se debe preocupar. Son situaciones que vienen con el tiempo y la edad, en algo que es un legítimo negocio, como lo es el fútbol.

Claro, sopesa la oscura sombra que puede romper, dividir o podrir un camerino, pero el comandante es así y todo el que quiera ganar, no podría tener un mejor compañero, o un socio tan ejemplar—ética le sobra— como Cris.

Una moral y profesionalismo inigualable, agregados a un estado físico impecable, que le sigue catapultando por encima de muchos, más jóvenes, y más arropados por sus equipos, agentes y ‘sobalevas’ en el istmo.


BÁRBARA PRODUCCIÓN

Y es que, ¿Cómo cuestionarle sus 24 goles en 38 partidos con Manchester United tras un sólido andar con la Vecchia Signora? Dos tripletes, 7 premios al mejor jugador de la cancha, y once goles con sabor a victoria y que a la postre le dieron al ManU victorias que nunca debió haber forjado de no ser por el que ahora excluyen de su pretemporada y marginan como ‘un caprichoso o desleal’. ¡Por querer ser su capitán, cuando es un legítimo líder y verdadero comandante!

Y es que el fútbol Mundial es un gremio traicionero, que no perdona ni al más talentoso, o digno de halagos y elogios.

Basta ver como muchos ‘mal llamados aficionados al fútbol’ hablan pestes de Lionel Andrés Messi, por envidia o cero autoestima. En algunos casos, actúan de esa forma por no querer verle triunfar porque es Argentino, o porque es ‘del Barca’ (cosas del pasado) y su mente enfermiza y diminuta no les permite ver más allá de un “Hala Madrid’.

Neymar es otro claro ejemplo. Un día aclamado y adorado por la afición del PSG y sus colores, hoy es odiado y despreciado, a tal grado que hasta ‘hijo de puta’ le han coreado los payasos en la grada del Parque de los príncipes.


¿JEQUE? ¡DRAMÁTICO!

¿Su jefe y propietario del PSG? Un jequesín payaso, caprichoso y disociador —que a toda costa quiso sabotear la Joan Gamper y los que poyaban la SuperLiga Europea.

Este individuo, ahora ve a Neymar de reojo, luego de darle palmadas de aprobación —y por poco, besos en el trasero— ante su arribo a París hace unos años atrás.

Una traición y movida de fango, que pronto puede mandar al exSantos y exCuler lejos de la Ligue 1, en busca de un nuevo hogar, donde lo aprecien como es. Y es que para nadie es un secreto que los jeques contrataban a un parrandero. Sabían de su vida alegre. Como en su momento, lo sabía el FC Barcelona de Romario y Ronaldinho.

Este último traspasado al mismo PSG, pues llegaba ebrio a los entrenamientos, a veces, sin poder sostenerse.

DEDO EN LA YAGA

Eso dicho y aclarado, recuerden que no es culpa del individuo, sino del que le otorga la cuerda para jalar y desbaratar.

Un día ídolos y adorados por los feligreses, mañana ajenos, extraños y enemigos. Separatistas y divisionistas del tablón. ¡Vaya calaña y cobardía!

Y ya que estamos en el tema de los que con hipocresía, traición y conveniencia actúan para lograr ventajas, acuerdos, títulos y ganancias financieras, tocaremos el tema de Boca Juniors de Argentina, y los desaires de Edinson Cavani y el chileno Arturo Vidal.

Este último, un mercenario y gitano del fútbol, que sí ha ganado cosas importantes, y que días antes de firmar con el Flamengo de Brasil le habría dicho lo mismo a los medios argentinos, que a los de Brasil: ‘Siempre ha sido mi sueño jugar aquí”.

¿Quién te entiende, Arturo?, pues lo mismo hubieras dicho si te hubiese firmado el Club América de México por ejemplo, a quien le coqueteaste meses antes de tu salida del Inter, tu enésimo equipo.

Y ojo que, a Cavani no lo pongo en la misma categoría de Vidal, pues se maneja simple, sin adornos, detalles superfluos, hipocresías, sonrisas falsas y halagos convenencieros, o cosas innecesarias.

SUERTE, MUCHACHOS

En síntesis es más escueto, privado y reservado, como Luis Suárez que al ver que River Plate —como Boca Juniors —no pasó a segunda instancia a la Libertadores, se echó para atrás no sin antes ser sincero y explicar su motivo y verdad. Aún así haya cometido el error de su vida al retornar al Nacional.

Y lo digo en buena fe, pues pienso tiene para más que la Liga charrúa y la Copa Sudamericana. Y es que, Lucho merece un buen trato. Especialmente después de lo que le hicieron en Catalunya, cuando José María Bartomeu le echó del equipo de forma ‘muy hijueputa’ por la puerta de atrás.

Y viendo que Cavani podría recalar en el Villarreal, Neymar en la English Premier League (Pep no lo descarta) y Cristiano Ronaldo —donde le den cabida porque nadie lo quiere, aunque en estos días podría definir su préstamo al equipo de Cholo Simeone— no me queda más que cerrar este tema y recordarles a ellos tres que, cuando estás totalmente en paz con vos mismo, nada puede hacerte tambalear ni parpadear.

¿Arturo Vidal? Algunas personas solo existen como ejemplos de lo que hay que evitar ser.

Los dejo. Hasta la próxima.

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