Hay tres cosas ciertas en el caso de Bubba Wallace: Sí era una soga con fines racistas— diga lo que diga el FBI— el piloto no mintió y NASCAR hizo más por él en 72 horas que la NFL por Kaepernick en cuatro años; ‘Fórmula Uno se salpica ‘

Por René Romano @reneromanosport @IAmRomano10

LOS ÁNGELES, EE.UU.— Siempre encontraremos distintas versiones a cada historia. La que cuentan los protagonistas, la que nos dicen los que indagan y la investigan y obviamente, siempre estará la ‘versión con la verdad.’

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque todo mundo cuenta las cosas a su favor. O por lo menos, desde su punto de vista particular, por lo que siempre, siempre, hay que conocer todas las versiones antes de pasar juicio final, como en el caso específico de Bubba Wallace, a quien me rehusó a señalar a pesar de que el FBI dice que no hubo ‘malhecho’ donde todos sabemos hubo ‘malaleche’.

Pero iremos por partes, iniciando con el hecho de que Bubba Wallace y su equipo no están locos. Algo que el FBI discretamente ha insinuado, sin reconocer que hace un año, ayer, hoy, mañana o pasado, esa soga es y sigue siendo un golpe bajo con fines racistas y malintencionados hacia la raza negra.

Es una tremenda provocación. Alguien tiró la piedra y escondió la mano. Cobardemente.

Vea, por muchos años he cubierto a la NASCAR, algo de lo que muy pocos medios latinos se pueden jactar. De hecho, retaría a cualquiera, incluidos los Networks grandes, a que hablemos y sostengamos un debate al respecto. Conozco demasiado bien a la NASCAR. De hecho, podría decir que hasta en demasía, y sé, por la misma experiencia, que muy a fondo, existe y seguirá existiendo ese arraigo con el racismo dentro de todo su entorno.

Y es que, es increíble, que tanto el FBI como la NASCAR avalen tan vaga y apurada investigación. Una que, careció de profundidad, sensatez e inteligencia a la hora de dar a conocer ‘su veredicto’.

Pero visto cómo se manejan las cosas en un ‘mundo de cuello colorado’, promovido y alcahueteado por un líder racista en ‘la Casa Blanca’, se comprende, a tal grado que, cómo me llamo René Romano, les puedo asegurar que ese nudo, tiene nombre y apellido —pues dentro y fuera de esos ‘pits’, no hay movimiento capaz que se le escape al ‘ojo de águila de sus cámaras’— por lo que decir “que ya estaba allí” solo levanta más sospechas.

¿Y ENTONCES?

Y es que, según ellos, el FBI y la NASCAR, "completa la investigación en Talladega Superspeedway se determinó que Bubba Wallace no fue el blanco de un crimen de odio. Concluyendo con que, “la evidencia fotográfica confirma que la cuerda de tracción de la puerta del garaje formada como una soga se había colocado allí desde el pasado otoño”.

A lo que les pregunto, ¿Por quién? Y ¿Cuándo exactamente? Y finalmente, ¿Por qué razón? ¿Con qué fin?

Y es que da para muchas sospechas. Abrieron una olla de cangrejos. Eso hicieron los agentes del FBI.

Si fue ‘instalada’ o ‘plantada’ —algo que es del saber de todos— mucho antes de la llegada del equipo de Bubba Wallace y la ‘respectiva’ asignación de garaje para él y los suyos ¿Entonces quién o quiénes son los responsables?

Y lejos de contarnos como fue como descubrieron que en efecto, estaba allí desde el otoño pasado, nos pretenden dar atol con el dedo al decir que, “se mantienen firmes en su compromiso de proporcionar un ambiente acogedor e inclusivo para todos los amantes de las carreras”.

Algo aberrante, junto a ‘su zafarrancho de investigación”.

Lo que si le aplaudo a la NASCAR, es que en 72 horas, se unieron, y movieron el mundo por y para acomodar a Bubba y su equipo, apoyando así al piloto norteamericano mucho más de lo que la NFL de Roger Goodell hizo por Colin Kaepernick en 4 años.

Gesto admirables y ejemplar de una NASCAR que hoy queda manchada, no por la misma NASCAR, sino un ‘enemigo interno’, arropado por las fuerzas de investigación de un país, que lleva ‘siglos’ de padecer de racismo.

‘LA DE NUNCA ACABAR’

Y mientras quisiera decir que allí culminó todo, con un ‘final feliz’, para colmo, el FBI quiso dejar malparado a Bubba Wallace, quien ahora está siendo cuestionado por su integridad después de que ‘este ente gubernamental’ dijera lo que dijo.

“Estoy enojado porque la gente está tratando de cuestionar la persona que soy y mi integridad con esa decisión del FBI", atizó Wallace, agregando que, "lo que estaba colgando en mi garaje no es un tirón de garaje. Todos lo sabemos. Fue una soga. Haya sido atada en 2019 o cuando haya sido, era una soga” sentenció Wallace, en quien creemos y apoyamos en que ese golpe bajo, fue bien plantado diga lo que diga el FBI.

Y tras conocer todas las versiones, insistimos en que si Bubba Wallace no sufrió un crimen de odio, tampoco significa que la NASCAR no continúe teniendo un problema de racismo muy dentro, pues sigue enferma.

Tanto detrás del timón, como en la grada, donde aún no se sanan de remover por completo a los desadaptados que ondean la bandera confederada jornada tras jornada. Una que, ondean más que la del país que los vio nacer en todos sus eventos.

Una bandera con fines territoriales, racistas y de cuello colorado.

En cierre, entiendo que ya Bernie Ecclestone no tiene arte ni parte dentro del deporte del automovilismo y específicamente dentro de la Fórmula uno desde 2017, sin embargo, sus comentarios con tintes racistas más recientes, significaron ser la gota que rebalsó el vaso del colmo y la vergüenza.

A decir de Ecclestone, “En muchos casos, los negros son más racistas que los blancos”, algo que dio vuelta al mundo en tiempos por lejos sensibles, y que rechazan a ‘terroristas y opuestos a la paz’ como el exjefe de la Fórmula Uno.

"En un momento en que se necesita unidad para abordar el racismo y la desigualdad, estamos completamente en desacuerdo con los comentarios de Bernie Ecclestone que no tienen lugar en la Fórmula 1 o mucho menos dentro de la sociedad”, dijo la Fórmula Uno en un comunicado, lavándose las manos como la NASCAR, que a pesar de los pesares, siso insistiendo en que, hizo más por el suyo en 72 horas, que la NFL y Roger Goodell por Colin Kaepernick en 4 años.

Ahora solo queda ver que iniciativas pueden tomar y concretar ambos entes hacia el futuro en cuanto a la lucha contra el racismo se refiere, pues tras dos episodios, aún hayan respaldado a Bubba en la NASCAR, el marcador no pasa de un sólido 2-0 en contra del automovilismo.

Los dejo. Hasta la próxima.

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