ENÉSIMA DESMANTELACIÓN

Los Clippers y L.A. Kings deben apostar por un nuevo desmantelamiento, pase lo que pase, y les digan lo que les digan sus más allegados; la misma de siempre con ambas instituciones 

Por René Romano

LOS ÁNGELES (TheLAVOX).- Jamás hay que temerle a los nuevos comienzos, ni a las nuevas personas, ni mucho menos a las nuevas energías, entornos u oportunidades.

Les diré por qué. Sin rodeos y al grano. Al estilo Romano.

Porque los cambios y retos son para los valientes, para los ganadores y todos aquellos que no conformes, con mediocridad, buscan sobresalir aunque eso signifique cambiar o evolucionar.

Algo que deben hacer dos, sino es que los tres equipos que juegan en el Crypto.com Arena en los L.A. Kings, Clippers y por ahí, pero a menor grado, los Lakers.

Pero iremos por partes, iniciando con los L.A. Kings, quienes hasta que no hagan una mayor inversión, como los esfuerzos escatimados en 2012 y 2014, no podrán soñar con las otrora glorias bajo el reinado de grandes como Dustin Brown y Jeff Carter, pasandole el bastón a los Anze Kopitars y los Gáboríks. 

Este último, explosivo y clave en la Stanley Cup, del 2014 y que se quedó con el equipo hasta 2018.

SIN AYUDA, IMPOSIBLE

Y es que es cierto, hasta no conseguirle ayuda a Kopitar y Kempe, la Copa no les volverá a sonreír. Algo que, estoy casi seguro que podrían lograr por ejemplo, con unir a Auston Matthews, o un Patrick Kane – por ejemplo-  con Kevin Fiala e intercalarlos con Viktor Arvidsson y los que están.

Otro factor es que, los Kings de 2015 a la fecha, sufren de ‘bully-itis’, no poseen un reforzador, ‘goon’ o guardián que imponga ley con los contrarios. 

Esto es algo que ya varios técnicos les han recalcado a través de los últimos años. Su falta de agresividad. Algo que no cambiará hasta tener a alguien al mando con un idealismo distinto, o visión similar a aquella de Pete DeBoer, Lindy Ruff o Jim Montgomery. Gente que les imponga huevo.


Y les falta, mucho, pues creo es necesario que alguien les explique que esto es un juego de contacto real, de chirping y de cero temor. Un mal que hasta Luc Robitaille nos admitió. 

Algo que, insisto, le afecta a los Kings, que lucen timoratos por lapsos. Débiles por largos tramos.

BAJO EL MISMO TECHO

¿Y qué decir de los Clippers?

¿Un equipo que se está reinventando por enésima ocasión desde la llegada Steve Ballmer al mando?

Antes, la queja desde la grada, la prensa y hasta de los jugadores era que Donald Sterling (el racista)  no invertía, y que allí estaba la razón del eterno fracaso. 

Luego llega Steve Ballmer, y un sinfín de jugadores de clase, y que para su desgracia, hasta el día de hoy, o se lesionan en el tramo final, o simplemente se rehúsan a jugar. 

La misma cantaleta de siempre con los Clippers, que espero, se puedan sacudir la maldición o salación del ‘Staples’, ‘Crypto’ y todo Downtown L.A., en el 2024 en su nuevo Intuit dome,  donde me atrevo a decirlo, deben llegar sin Kawhi Leonard, y algunos otros.


Y digo sin Kawhi Leonard porque lo de él no es culpa de él. Estas lesiones son serias y si no son bien tratadas hay reincidencias y recaídas, que a la larga no solo pueden afectar al equipo, sino el resto de la vida del jugador. Son lesiones que marcan, física, emocional y mentalmente. 

Otra cosa es que, ya es hora de seguir remunerando a jugadores que solo llegan de paseo o en el retiro. Es el momento de limpiar filas y si es posible, ¿por qué no? ofrecerle un merecido contrato a Russell Westbrook, que se lo ganó a pulso, cuando cargó al equipo sin ‘sus estrellas’ que ni aparecieron en los Playoffs. 

LO DE UNO, PARA AMBOS

¿Y qué de los Lakers? 

Lo mismo que les digo de Clippers: de nada sigue seguir amamantando, (porque espero todos sepan no van a ganar el campeonato en este 2023) a jugadores que no pueden o pintan a estar a full con el equipo.

Como con Kawhi, es hora de desprenderse de Anthony Davis, que como Leonard, no ha tenido una sola temporada sin lesión en L.A. En el caso de Davis, en su carrera entera. Algo alarmante y ‘chiste que se cuenta solo’.


Cierto, levantó al final de temporada, pero con lo que pueden recibir a cambio de él, y LeBron, si se quiere ir o pide su canje, pueden armar un equipo repleto de Hachimuras, Reaves, Vandos, y Lonnie Walkers con otras dos superestrellas, que sí van a rendir, durar y no faltar cada vez que se les rompe una uña del pie o se doblan el tobillo o amanecen con dolor de espalda.

Eso dicho, y sarcasmo aparte, los dejo con una frase de Eduardo Galeano, que reza que, ‘al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos’.

Los dejo. Hasta la próxima. 

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